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martes, 3 de noviembre de 2009

Exploración y ascenso a los cerros Bolsón y Filo de las Animas cumbre oeste. Nevados del Aconquija. Catamarca/Tucumán.

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(19 al 25 de octubre de 2009 / grupo CAMME)

Una vez mas el llamado de la montaña nos impulsa a la búsqueda de sus cumbres. Comenzamos una exploración que ya estaba programada hace tiempo. Quebrada El Desmonte, río Ampajango: eran la vía de aproximación a explorar hacia los cerros Bolsón y Filo de las Ánimas, entre otros. La primera etapa de la exploración era de escritorio y fue bastante charlada y discutida por todos los integrantes de la salida. Cabe destacar que el análisis tuvo un excelente resultado ya que prácticamente no tuvimos ningún inconveniente con lo programado y el desarrollo en si de esta aventura resulto de acuerdo a lo planteado.


El día 19 de octubre de 2009 a las 14 hs partimos desde la terminal de San Miguel de Tucumán hacia la localidad de San José en el departamento catamarqueño de Santa María. Desde aquí debíamos trasladarnos hasta Ampajango, a donde llegamos ese mismo día a hs 20:10. Solo debíamos caminar casi 1 km hasta una represa que encausa las aguas del rio homónimo para ser aprovechada en las localidades aledañas.
Luego de hacer noche en este lugar, a 2200 msnm, comenzaríamos el ascenso que seria paulatino en los primeros días.

Luego de una extensa primer jornada llegaríamos al campamento 1 “Peña blanca”, a la cota de los 2700 msnm, siempre siguiendo el cause del rio Ampajango que debimos vadear en reiteradas oportunidades.
El rio nos brindaba lo indispensable: agua pura y fresca que nos permitió desarrollar la caminata sin sufrir tanto el agobiante calor y esfuerzo. Sin embargo el andar sobre su lecho tenía la desventaja de no poder mantener un paso cómodo debido a la irregularidad de ese tipo de terreno: arena, piedras de todos los tamaños, algunas mas altas que nosotros mismos, y que en ocasiones eran el paso obligado para seguir adelante.

Durante la segunda jornada el camino se encajonaba en algunas partes pero sin resultar demasiado complicado, a excepción de algunas zonas con derrumbes. Sin embargo a las 17 hs llegaríamos hasta el campamento 2 “Puesto de arriba”, a 3500 msnm. Aún no se sentía frio, el viento no era más que una brisa. Por la mañana llegarían por primera vez a sentirse los cero grados a las 8 am, luego, ni bien comenzaba a darnos el sol la temperatura subía rápidamente.
Durante la tercera y última jornada de aproximación al campo base, seria mas marcado el ascenso y llegaríamos hasta los 4400 msnm a las 14 hs, permitiéndonos usar todo el resto de esta jornada para reponernos y prepararnos para el ataque a las cumbres. El lugar increíble!


El día viernes 23 de octubre de 2009 fue el día elegido para atacar la cumbre del cerro “Bolsón”(o “Bolsón Chico”) y el “Filo de las Animas”, nos despertamos temprano con unos -4ºC pero con un prometedor día por delante, despejado y ya apuntando el sol.
El ascenso gradual y cada vez mas marcado comenzaría a las 8:40 hs. La ruta estaba pactada por la quebrada “Laguna Verde”, donde estaba ubicado nuestro campo base desde el día anterior. Quebrada arriba, a una altura de 4700 msnm aprox., comenzamos a montarnos sobre el acarreo mismo de un faldeo  que, paralelo al contrafuerte del Morro del Bolsón, sube acercándonos a la cumbre del cerro Bolsón. Aquí comenzaba a complicarse el camino, con la presencia insistente de acarreos inestables, debiendo ser cuidadosos en cada paso.
Poco a poco, como se debe hacer a estas alturas, ganábamos metros rumbo a la cumbre. Con cada avance una nueva y espectacular vista se abría ante nuestro exaltado espíritu. Recordaba una frase del montañista Maurice Maeterlinck: “Nuestros pensamientos y acciones toman su energía y su forma de aquello que hemos contemplado”.


A las 12:20 hs estábamos ya reunidos los tres en aquella cumbre de 5076 msnm, que guarda celosamente y con silencio absoluto el pasado de estas alturas. Los abrazos y el asombro que nunca termina. La Calasasaya de las ruinas de la Ciudacita, toda la amplitud de la llanura Tucumana, Campo del Arenal, Cuesta de las lenguas, Cochuna, Ambato, Nevado de Chuscha, las lagunas y cumbres vecinas, cordillera lejana, silencio, altura y un cielo profundamente azul.


Desde aquí estábamos bien ubicados para dirigirnos al cerro Filo de las Ánimas. Descendimos hasta el abra que se forma entre estos y comimos algo antes de seguir. Benja no se siente bien; ya antes de llegar a la cumbre del Bolsón viene sintiendo los efectos de la altura y  al comer decididamente esta mal para continuar y resuelve bajar y esperarnos en la base del cerro, en la quebrada “de las Animas”, por donde realizaremos el descenso al campamento base.
Continuamos Alexis y yo, que luego de dos horas de esfuerzo sostenido alcanzaríamos también la cumbre oeste del Filo de las Animas, a las 15:35 hs, con sus 5130 msnm nos cautiva una vez mas con una nueva perspectiva de la zona, llegando ahora a ver además al cerro Ñuñorco y una parte del dique La Angostura.


Intentamos seguir por el filo hacia la cumbre central que no estaba lejos, pero el filo es muy complicado, hacia ambos lados se abre un abrupto precipicio, y el filo en si esta lleno de guijarros y bloques nada estables. Sin embargo continuamos hasta una pequeña cima del filo, que no resulto ser la cumbre. Yo tenía claros síntomas de apunamiento y me sentía agobiado. Alexis coincidió en que era tiempo de regresar.
El regreso no fue menos exigente, al menos para mí, que me sentía cada vez mas cansado. En el lugar de encuentro con Benja, tuve que darme espacio para tratar de recuperar algo de ánimo para seguir.
Por fin a las 19 hs aprox. pudimos meternos en nuestras bolsas de dormir para terminar de reponernos.
Nos restaba el descenso que emprenderíamos al día siguiente. Mate cebado y compartiendo las anécdotas e impresiones personales, comenzamos el día 24 de octubre, para luego desarmar el campamento y comenzar la bajada por idéntica ruta.

En ambas cumbres había apachetas, pero en ninguna encontramos libros de cumbre que registren alguna ascensión, de todas maneras la sola presencia de aquellas apachetas señalan sin duda la presencia del hombre en estas alturas. En el cerro Bolsón acompañaban la apacheta algunas leñas muy viejas, que personalmente, sostengo que pobladores originarios son los responsables de su presencia.
En las dos cimas dejamos un libro de cumbre con nuestros testimonios, y este, dentro de un recipiente para resguardarlo de la intemperie.
Toda la zona recorrida asombra por los tesoros naturales y arqueológicos que pueden admirarse con un poco de atención. Kilómetros de ruinas en las márgenes del rio Ampajango, en la zona entre los 2000 hasta los 3300 msnm, e incluso algunas estructuras, varias de ellas reocupadas por los actuales pobladores, en las zonas altas.


La flora, integrada por Cardones y otras cactáceas, Jarillas, Algarrobos, Zarzos, Espinillos, entre otros; en las zonas mas bajas, y pastizales de altura, algunas especies de cactus, Yareta, etc; en la zonas de altura.

Entre la fauna siempre presente vimos Guanacos, Cóndores y Chinchillones. Además tuvimos oportunidad de observar al majestuoso Colibrí Gigante, al Pato de Torrente, al Comesebo Andino y al Carpintero de los Cardones, entre las aves del lugar. También vimos los rastros de tres animales difíciles de ver en la zona: excremento de Puma, huellas de Tarucas o Venados y lo que no estábamos muy seguros pero parecían huellas del Gato Andino sobre arena en zonas profundas de la quebrada de las Ánimas.
Los nevados, sin duda, son un lugar extraordinariamente cargado de mítica y conservan tesoros de gran valor que debiéramos preservar.

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Un saludo y enorme agradecimiento a Don Villanueva, uno de los amables pobladores de la zona que charlo y compartió su sabiduría con nosotros.



Integrantes de la Expedición

Alexis Coronel (24 años)
Benjamín Straube (27 años)
Juan Pablo Nemec (30 años)



Juan Pablo Nemec – grupo CAMME
Cerro Alto de la Mina Montañismo y Exploración

lunes, 19 de octubre de 2009

Ascenso al Cerro Ñuñorco 3321 m.s.n.m

13 al 15 de Octubre de 2009



Día 1
 La aventura comenzó el martes 13 de octubre a las 10:30 am aproximadamente, luego de dar aviso en la comisaria de la comuna de el Mollar respecto de nuestra expedición hacia la cumbre.
Iniciamos la travesía previas indicaciones de los lugareños quienes amablemente nos indicaron cual era el camino a seguir para iniciar la trepada.
El tiempo se presentaba diáfano y con un alto grado de insolación que posteriormente por factores geográficos de altitud permitió que la temperatura descendiera. 



Semanas antes el Ñuñorco se vio afectado por un incendio que arrasó con gran parte de su vegetación, no permitiéndonos encontrar fácilmente el sendero, lo que ocasiono que por momentos perdiéramos la huella, viéndonos obligados a buscar una vía alternativa.
Dispuestos de equipamiento adecuado (mochilas de 40 y 90 litros, bastones, ropa de trekk y demás),  ascendimos llevando un ritmo que nos permitiera disfrutar del paisaje: ladera abrupta, árida y rocosa, con una vegetación típica con bosques montano de alisos y la presencia de algunas Queñoas, arbustos bajos, algunas especies de cactus y pastizales de altura.






Sin distanciarnos y cuidando el uno del otro, llegamos a las 16 hs donde fuera antes un puesto de pastores, este se encontraba totalmente destruido, pero sin embargo los restos de los que fueron sus muros nos brindaron protección de los fuertes vientos que se sucederían por las diferencias de presión atmosférica. Armamos campamento y nos dispusimos a relevar el lugar, sacar fotos, y por supuesto lo infaltable para levantar el espíritu de dos aventureros: brindar por la posibilidad de estar juntos en un lugar tan magnífico (Cervecita y palitos salados de por medio).





Entrada la noche y con claros síntomas de cansancio nos dispusimos a reponer fuerzas para así atacar la cumbre al día siguiente.
Día 2
Con una mañana fría típica de montaña, armamos equipo, desayunamos y partimos rumbo a la cumbre con muy poca provisión de agua debido a que las vegas y vertientes se hallaban secas lo que nos brindaba cierta incertidumbre de llegar a Cumbre, preocupándonos siempre por nuestro bienestar físico. La caminata se hizo por momentos muy dura, mas aun si tenemos en cuenta que no podíamos darnos el lujo de consumir mucha agua, tan solo lo justo y necesario, pero sin embargo la magnificencia del paisaje reinante provocó que por momentos no pensáramos en ello. 





Durante el ascenso, la altura, la dificultad del terreno e incluso el calor, hacían sentir  el cansancio en nosotros, yo particularmente me encontré por momentos físicamente agotado, debido seguramente a la caminata del día anterior y el peso del equipo que portábamos entonces, pero es de notar que la arenga y las constantes palabras de aliento de Becky, mi compañera en esta trepada levanto mi espíritu y me ayudó a llegar a cumbre de la mejor manera.





A las 12:30 p.m. aprox. llegamos a cumbre, cansados pero con buen ánimo, posterior abrazo y saludo, nos decidimos a disfrutar de un momento relajado, admirar el magnífico paisaje dominante, sacar fotos, meditar y descansar también para luego descender. Una vez encontrada la libreta de cumbre, dejamos testimonio de nuestro ascenso el cual quedara marcado en las líneas escritas en ella y en nuestras vidas.



A las 14 pm iniciamos el descenso, nuestro paso precavido pero ágil y rápido nos permitió descender en poco tiempo en dirección al campamento, es aquí donde mi compañera, sintió los efectos del agotamiento físico por la extenuante caminata de estos días. Es de notar que mas allá de las molestias físicas que la aquejaron Becky pudo sobreponerse y llegar al campamento base caminando por sus propios medios, demostrando lo capaz y valiente de su persona, algo que merece mi total admiración y respeto.





Llegados al campamento base, y viendo que nos quedaban pocas horas de luz, decidimos que lo mejor sería pasar la noche ahí, para recién bajar al Mollar a la mañana siguiente. Como nuestra provisión de agua era muy escasa, tuvimos que recolectar agua de una vertiente pequeña y casi seca, esta no nos inspiraba confianza por lo que tuvimos que filtrarla y posteriormente usar el calentador para hervirla durante varios minutos para recién poder preparar un reparador te caliente y posteriormente la cena: unos ricos fideos. Como todas las noches el frio y el viento se hicieron sentir, sin embargo nuestra carpa y bolsas de dormir nos brindaron el refugio necesario.
Día 3
Por la mañana del tercer día, esta nos sorprendió con la vista de un paisaje cubierto por la niebla, a medida que desarmábamos el campamento y armábamos las mochilas esta se fue disipando, el día se presentaba nublado y un poco frio, estas nubes vaticinaban una pronta lluvia. Una vez levantado el campamento, comenzamos la caminata a las 9 am, ya con más conocimiento del terreno, siempre atentos y cuidando el uno del otro caminamos a paso firme desandando el camino antes hecho para ascender. A medida que recorríamos el sendero no podíamos evitar mirar hacia atrás y observar la majestuosidad de la montaña cuya cumbre acabamos por conquistar, sin perder de vista también el hermoso paisaje del Valle de Tafí y demás montañas cercanas.
Poco a poco y a medida que bajábamos por el sendero nos acercábamos mas y mas a las vertientes de la zona baja del cerro lo que nos permitió poder refrescarnos e hidratarnos con su deliciosa agua, algo que deseábamos hacer.



Al llegar al punto donde inicia el sendero entramos ya por las calles de la villa observando las casas a eso de las 13:30 pm, dejando atrás un cerro imponente el cual nos permitió experimentar sensaciones que son casi indescriptibles, que solo aquel que tuvo la oportunidad de subir un Cerro puede entender. Será tal vez eso lo que aun cuando no dijéramos palabras, mi compañera y yo lo sentíamos, sabiendo que esta aventura había sido única y quedaría grabada en nuestras mentes y corazones. Quedaba solo el regreso a casa el cual seria, claro está, el momento para pensar y meditar sobre nuestro viaje.
Deseo expresar mi gratitud a mi compañera y gran amiga Becky Bermúdez, quien viajo desde Mendoza para sumarse a esta experiencia.




Integrantes:
·        Becky Bermúdez(Caleta Olivia, Provincia de Santa Cruz)
·        Luis Alberto Romero(San Miguel de Tucumán, Provincia de Tucumán)

Luis Alberto Romero.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Ascensión al Cerro Ñuñorco (3310 m.s.n.m) Tafi del Valle / Tucumán


(23 y 24 de junio de 2009 / grupo CAMME)





Se trata de un Cerro de interesantes características. Su nombre, vocablo Quechua, que significa pecho de mujer, dado que desde el sudeste, el conjunto formado por este y el Co. “Ñuñorco Chico” asemejan la silueta de los senos de una mujer.





La ubicación del Cerro permite tener una vista unica hacia todo el valle. El pueblo de El Mollar y su fascinante dique La Angostura a sus pies, Tafi del Valle (al norte del dique), y en frente nuestro podemos observar el sistema de cumbres Calchaquíes que deja ver algunos de los Cerros como El Pabellón, Pirquitas, Potrerillo, Bayo Menor, Bayo Mayor o Alto de la Nieve, El Negrito, Alto de la Mina, etc; ademas hacia el oeste se encuentra el sistema del Cerro Muñoz, al este los filos de Mala-Mala y al fondo del valle el paso de El Infiernillo de 3042 m.s.n.m.





Pero es también muy interesante la vista que se gana hacia el este una vez superada la cota de los 2700 m.s.n.m cuando se bordea el gigante y se alcanza la zona del puesto de los “Maza”, que usamos como campamento base, en donde tenemos una pequeña vega cerca y por la noche se goza de una vista integral de los pueblos que siguen la ruta 38, y que son, de norte a sur: San Miguel de Tucumán, Lules, Concepción, León Rouges, Aguilares, Juan Bautista Alberdi y La Cocha entre otros.





Ya de día, si se tiene visibilidad, se puede ver el espejo de agua formado por el dique de Termas de Río Hondo, compartido con la hermana provincia de Santiago del Estero.
Es una travesía de singular belleza que requiere cierto nivel de entrenamiento y equipo; el Co. Ñuñorco es un clásico para quienes amamos el montañismo y un lugar apto para aquellos que quieren saborear un poco más el trekking y acercarse a la montaña.





Durante los días 23 y 24 de junio de 2009, cuatro integrantes del grupo pudimos hacer el trekk hasta su cumbre.
Partimos de San Miguel de Tucumán a las 6 de la mañana para comenzar la travesía desde la plaza del pueblo de El Mollar a 1946 m.s.n.m aprox.
Durante el primer día ascendimos hasta el puesto de Mazas, ubicado en la cara este de dicho Cerro y a 2884 m.s.n.m aprox., y a donde llegamos a las 17:00 hs.





Desde el campamento base hasta la cumbre se puede llegar en 2 horas. Desde ella también se logra ver el sistema del Muñoz y los Nevados del Aconquija, y también al hermano menor El Ñuñorco Chico, o como es más popular, “El Ñuñorquito” de 2865 m.s.n.m.





Así, el día 24 de junio salimos del campamento a las 10:00 para llegar a horas 12:10 hasta su cumbre. El regreso se extendió desde las 14:00 hasta las 18:00 desde el campamento base hasta la plaza central de El Mollar. Un lugar para visitar!!!









Integrantes de la expedición:

Marcela Olmos de Nemec (26 años)
Fernando Villar (23 años)
Benjamín Straube (26 años)
Juan Pablo Nemec (30 años)








Juan Pablo Nemec / grupo CAMME
Cerro Alto de la Mina – Montañismo y Exploración

Expedición invernal a los Cerros Zarzo (4930 msnm) y Animas (4993 msnm) Nevados del Aconquija – Tucumán/Catamarca

(18 al 23 de Julio de 2009 / grupo CAMME)

Hace mucho tiempo (Enero 2006) comenzamos explorando esta zona, luego de una visita a la cascada de Los Alisos; a partir de aquí empezamos a investigar este acceso. Hace un año exactamente nos tomamos el tiempo necesario como para ascender hasta las cumbres que queríamos alcanzar, pero el viento nos jugo en contra y nos rompió la carpa, por lo cual tuvimos que volvernos con las ganas.

El día sábado 18 de Julio del año 2009 partimos desde Tucumán a las 6 de la mañana, para arribar a Tafí del Valle a las 8:10 y sin perder tiempo tomamos un remis hasta Las Carreras, localidad que se encuentra a 14 km de Tafí y a una altitud de 2300 m.s.n.m.

A las 9:20 hs comenzamos el ascenso, que se extendió hasta las 18:00 hs, se asciende un total de 1300 m., hasta los 3600 del campamento 1, denominado “Cabeza de Toro”. A este punto, llegue con un poco de malestar debido a la altura.



Al día siguiente, y ya recuperado del mal de montaña, comenzamos nuevamente a caminar a las 10:25 hs. Durante el segundo día de ascensión se llega hasta un punto muy cercano al filo del sistema montañoso denominado Muñoz, y establecimos el campamento 2 a los 4300 m.s.n.m.

En este punto, nuestro compañero Benjamín, y desde pasado el medio día, sufrió bastante los problemas de la altura, llego muy agotado y tubo que descansar dentro de su bolsa, una vez montado el campamento; pero como a las 20 hs el vomito hizo su desagradable aparición y con gran suerte, luego del episodio, Benja comenzó a sentirse mucho mejor y hasta pudo comer algo. Luego de otra noche tranquila, nos levantamos a las 8:20, con -6°C (lindo regalo para el día del amigo) para comenzar una vez mas el duro trabajo de ascender, esta vez para superar, los poco mas de 4500 m.s.n.m, del sistema Muñoz, y poder cruzar hacia la zona que pertenece a los Nevados del Aconquija (extremo norte) y llegar, luego de descender y volver a subir unos 250 m, hasta el campamento base, ubicado a 4319 m.s.n.m, en una quebradita, que descienden desde el Zarzo, nuestro primer objetivo.



Gracias a Dios y la Pacha, este campamento esta bastante protegido del viento, y digo esto porque desde las primeras horas del día 21 de julio, comenzó a soplar un tremendo viento que nos sacudió la carpa fuertemente durante el resto de la noche. A la madrugada tuvimos que reforzar el anclaje del faldón del cubre techo con mas piedras, porque ya las había soltado de la mayor parte del perímetro. El día 21 lo usamos como un día de descanso y aclimatación antes del ataque a cumbre y, a mas de querer, era imposible debido a que el viento seguía soplando con insistencia, y la temperatura oscilaba entre -6/-8 °C a resguardo del viento. Durante este día fue tremendo salir de la carpa para hacer las tareas básicas como derretir hielo para tener agua o preparar un desayuno. Ni bien se sale de la carpa el frió te cala los huesos.



Pero la espera tuvo su fruto, y aunque manejábamos la posibilidad de descender en caso de que persistiera el mal tiempo, el día 22, luego de una noche muy tranquila, comenzamos a horas 10:00 el ascenso al Zarzo, con sus 4930 m.s.n.m.

Luego de 2 ½ horas de duro ascenso, y con un frío tremendo ayudado por el viento que muy pocas veces dejaba de tener presencia, (aunque mucho mas calmo que ayer) llegamos a las 12:30 hs a la maravillosa vista desde el Co. Zarzo, desde donde podíamos ver perfectamente el filo que nos conduciría hasta el siguiente objetivo, el Co. de las Animas, con sus maravillosos casi 5000 m.s.n.m.

Solo hasta las 14:30 hs, y luego de un rápido almuerzo lo mas protegidos del viento que pudimos, llegaríamos hasta la cota de los 5000 m que dan el limite vertical a la cumbre del “Animas”; realmente una experiencia fuerte y unica, donde el ambiente tiene esa magia y energía de estas alturas sellado por un abrazo de amigos y la foto infaltable.



Pero aun debíamos descender, y elegimos una ruta algo distinta, desviándonos un tanto mas al sur, para pasar por una quebrada paralela a la que habíamos usado para el ascenso. El objetivo era llegar a 4300 m.s.n.m, cerca del campamento base, a orillas de la laguna de las Animas, totalmente congelada y desde donde pudimos escuchar reiteradas veces el fuerte sonido al rajarse algún fragmento de su grueso caparazón. Sus 300 m de largo por 100 m de ancho, sumados a su particular apariencia inclinada y los sonidos quejumbrosos de su hielo le dan a esta laguna un toque místico y particular: realmente parecería que en su seno albergaba animas que en su afán de salir golpean para romper la fuerte barrera de hielo que las encierra. El espectáculo es genial y paga sobradamente el esfuerzo realizado para llegar hasta sus márgenes y deslumbrarse una vez más con la magia de la madre tierra.



Algo para destacar dentro de esta aventura, es el significado que tiene habernos abierto camino por esta ruta que, al menos nosotros, no tenemos conocimiento de que haya sido usada para la ascensión de los mencionados cerros. A nuestro entender, y por los datos de algunos viejos montañistas, estos cerros han sido ollados desde el Este u Oeste, pero nuestra ruta ataca desde Las Carreras, localidad ubicada al Noreste, que nos permitió llegar a la cara Norte del cerro Zarzo, y desde este, siguiendo el filo hacia el Sur, llegar al Animas.

Solo encontramos libro de cumbre en el Zarzo, una pequeña libreta doblada en dos que estaba congelada y no se podía abrir.

Una salida espectacular!!!


Integrantes de la expedición:

Benjamín Straube (27 años)

Sebastián Mamani Segura (29 años)

Juan Pablo Nemec (30 años)


Juan Pablo Nemec / grupo CAMME

Cerro Alto de la Mina – Montañismo y Exploración



Ascenso al Co. Santa Isabel (4700 msnm) Cumbres Calchaquíes / Tucumán.

15 al 19 de enero de 2009


Como es habitual, en enero, a pesar de que el tiempo es bastante inestable en nuestra zona, no resistimos las ganas y aprovechamos el momento en que la mayoría de los integrantes coincidimos con nuestro tiempo libre para aventuramos hacia algún destino interesante. En esta oportunidad quisimos visitar nuevamente los Cerros Santa Isabel (4700m.s.n.m), Adriana (4700 m.s.n.m) y las cumbres norte (4700 m.s.n.m) y sur (4770 m.s.n.m) del Alto de la Mina, todos dentro del sistema de las Cumbres Calchaquíes.



El día 15 de enero de 2009 partimos a las 20 horas desde la terminal de ómnibus de San Miguel de Tucumán rumbo al hito de El Infiernillo a 3042 m.s.n.m, donde pasamos noche, como quien va aclimatando, en un refugio a la orilla de la ruta que sigue rumbo a Amaicha del Valle. A la mañana siguiente, bien temprano, comenzamos el día disfrutando de un amanecer esplendido, el cielo estaba despejado y prometía un excelente día.

Comenzamos a caminar a eso de las 8 de la mañana por el camino de las 4x4, desagradable huella, mas bien diríamos cicatriz que por partes aun es una herida sin cerrar. Esta es la ruta normal para acceder al Cerro El Negrito (4660 m.s.n.m), y también a la zona de los Cerros que queremos visitar, en estos hay instaladas varias antenas que motivan la presencia del camino.





La verdad que yo sentí demasiado el ascenso; la puna y un estado gripal me tiraron abajo y la llegada al campamento fue realmente un alivio y ni bien terminamos de armar carpa me metí para descansar y recuperarme, lo que me costo perderme del fogón que los chicos armaron para disfrutar una noche estrellada a pleno.

El campamento 1, esta aprox. a 4100 m.s.n.m, llamado Peña Grande, es un lugar extraordinario a la vera de una vega llena de agua en esta época.

Al día siguiente comenzamos a desplazarnos rumbo al campamento base, que se encuentra a una altura de 4200 m.s.n.m aprox. y que esta cercano a otra vega, de mayores dimensiones que la de Peña Grande, y llamada Quebrada del Matadero.

Es un día un poco mas relajado e ideal para aclimatar y prepararse para el ataque a las cumbres que, como el año pasado, pretendíamos hacerlas el mismo día en un circuito de 12 km mas o menos.

Durante la jornada atravesamos un conjunto de lagunas llamadas “Lagunas de Huaca Huasi”, en donde la mas grande mide 350 m de largo por 80 m de ancho (cuando se tiene la suerte de verlas totalmente cargadas).

Como hace un año, en este punto paramos para el almuerzo y también comenzaron los problemas de la altura para uno de los compañeros, pero que una vez llegados al campamento mejoro; lo que no mejoro fue el tiempo, que para la tarde ya estaba totalmente cubierto de nubes amenazantes.




Decidimos comer temprano por las dudas se largue el agua, y fue una buena elección, ni bien estuvo lista la comida tuvimos que meternos en la carpa por que el garrotillo empezó a caer con intensidad. Amontonados todos en una de las carpas, soportamos el temporal que fue en aumento las primeras horas, y con muchos truenos. Pero todo empezó a mejorar a partir de las 21 hs y el garrotillo paso a ser nieve que cayó suavemente sobre los cubre techos el resto de la noche.



Al día siguiente, el tiempo no cambio y se mantuvo muy tapado y nevando. La temperatura se mantenía levemente por debajo de los 0 C°, por ese motivo desistimos de intentar las cumbres y nos decidimos por visitar las lagunas para verlas en este marco poco común, enmarcadas por el blanco manto de nieve: Un espectáculo que no era para perdérselo!




Ya de regreso, al medio día, empezaron a dispersarse un poco mas las nubes, y si bien no se despejo se notaba que pasaba mas luz y que probablemente las cumbres estarían despejadas, entonces, mientras comíamos decidimos que mas tarde intentaríamos llegar al Santa Isabel. Fue así que comenzamos (luego de una breve siestita para bajar un poco el almuerzo), a “pechar” la vega que nos dará paso hacia la base suroeste de dicho Cerro, para luego de 2 1/2 hs de esfuerzo darnos el tan ansiado “abrazo cumbrero” para festejar los 4700 m.s.n.m que acabábamos de dejar debajo nuestro.





El descenso fue tranquilo y el regreso al día siguiente se desarrollo sin sobresaltos.


Realmente otra gran salida que nos alienta a seguir realizando esta actividad con el respeto y responsabilidad que ésta demanda, el objetivo de nuestro grupo es formar conciencia al respecto, así que el trabajo sigue en pos de este deporte que combina tanto conocimientos teóricos y prácticos, largas jornadas de duro esfuerzo y momentos de relax absoluto, mas la tremenda dicha de pasar momentos únicos junto a los amigos.



Integrantes de la expedición:


Lorena Grana (28 años)

Benjamín Straube (26 años)

Sebastián Mamani Segura (28 años)

Alexis Coronel (23 años)

Luis Romero (30 años)

Juan Pablo Nemec (30 años)



Juan Pablo Nemec / Grupo CAMME

Cerro Alto de la Mina – Montañismo y Exploración