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lunes, 24 de mayo de 2010

Travesía en bicicleta hasta el puesto “Cerro Colorado”


(Valle de San Antonio del Cajón - Catamarca)
El día jueves 1 de abril de 2010 emprendíamos una travesía en bicicleta, con el fin de aproximarnos al pueblo de montaña denominado San Antonio del Cajón.
Sabíamos que necesitábamos tiempo, pero con los tres días que disponíamos decidimos avanzar cuanto se pudiera para conocer algo de estos lugares. Lamentablemente, empezamos demorados por que el trasporte que nos llevaría hasta Amaicha del Valle se retraso, llegamos a las 9:30 y todavía era necesario colocar el portaequipaje y alforjas de Seba que nos esperaba en Amaicha.
Hechos los últimos ajustes, recién pudimos comenzar a pedalear a las 11:00 hs, pero no pasaría mucho tiempo hasta encontrarnos con una dificultad, Benja rompe el pedal de su bici. Teníamos que llegar hasta Santa María para poder buscar una bicicleteria donde reparar el daño, pero no quedo otra alternativa más que comprar unos nuevos. Ya en marcha de nuevo, avanzamos hasta San José donde comimos como a las 14:00 hs. Poco después de comenzar la pedaleada empecé a sentir los efectos del no haber entrenado como corresponde y el cansancio acumulado en los últimos días. Varias veces debí obligar a mis compañeros a demorar la marcha y detenerme a recuperar fuerzas y elongar para reponer mis músculos entumecidos. En el últimos trayecto Benja picha una rueda. De a poco avanzamos hasta Pie de Medano, poco antes de tomar la ruta que se adentra en el Valle del Cajón.

Llegamos pasadas las 20:00 hs, poco antes presenciamos unos de esos instantes que te regala este tipo de actividades: andando ya con las ultimas luces del día, aparece frente a nuestra mirada, transitando hacia el horizonte, una enorme estrella fugaz, con una dimensión bastante mayor a cualquier otra que halla visto, con un entorno de flamas verde azuladas y dejando tras de sí una estela que terminaba siendo algo rojiza. ¡MARAVILLOSO!!!
Contentos por este momento inolvidable, buscamos un lugar retirado de la ruta para acampar. Ya instalado el campamento nos dispusimos a pelear por quien cocinaría; perdió Seba que hizo una espectacular polenta. Como para cerrar el día, un regalito más: sobre los Nevados del Aconquija empieza a azomar la enorme luna, que hace un par de días estaba llena.
Sencillamente hermoso, solo faltaba la nieve en las cimas (que hace varios años viene mermando) para tener la imagen  completa de su nombre, muy bien elegido por los pobladores originarios, que llamaron Akon Quilla a esta fabulosa cadena montañosa, y que significa “en las alturas, la nieve y la luna juntas”. Ya podíamos dormir tranquilos.
Por la mañana nos dedicamos a caminar hasta el río Santa María que corre a unos 100 metros de donde acampamos, tomar algunas fotos y lavar los cacharros donde cocinamos y desayunamos. Luego empezamos a desmontar el campamento.
Estábamos de nuevo en la ruta a las 10:00 hs. Si, bastante tarde. Comenzamos a andar y pronto nos daríamos cuenta que avanzar por ese camino de “tierra” seria complicado.
El camino esta en mal estado, lleno de serruchos (olitas) en las partes más consolidadas, y por otro lado, la otra cara del camino, trechos arenosos. “Bastante entretenida la cosa”. Pero, como dice el dicho “al mal tiempo buena cara”. Tomamos aire, pensamos en otras cosas y a pedalear! Pacientemente avanzábamos valle adentro.

En la parada del almuerzo subí a un medano cercano y tome unas fotos del Nevado de Chuscha, uno de los objetivos fijados dentro de la agenda del grupo. Hermoso y lejano se alzaba, este sí, con sus laderas blancas. Juntamos agua del río, que baja turbia, y con métodos precarios la filtramos como para darle un mejor aspecto, más bien un engaño psicológico para pasarla mejor. Avanzamos hasta llegar al puesto de “Cerro Colorado”, 4 Km. antes de Lampacito, a donde llegamos a las 19:00 hs aproximadamente. En el puesto no había nadie, pero tiene el aspecto de estar ocupado, por lo que decidimos esperar a sus dueños antes de instalarnos cerca. Mientras que hicimos una picada como merienda, aparece Don Dionisio Gervan, amable lugareño dueño de aquel puesto, que viene trayendo sus cabras y ovejas al corral. Luego de entablar una amena charla, Don Dionisio nos da hospedaje en su calida morada. Una hora mas tarde unas tímidas nubes que se habían formado hacia el sur, se trasforman en enormes cúmulos que emiten intimidantes relámpagos: “Esta lloviendo en Belén” asevera Don Dionisio, “ya la luna esta cediendo, va traer agua también para estos lados, quizá mañana”.

Esa noche dormimos en casa de Don Gervan, en la habitación colgaban 4 cueros de Pumas, “cuereados” hace unos meses: “Los Leones me comen de a 12 y mas bichitos”, refiriéndose a sus ovejas y cabras. Parece que en la zona hay bastantes, y Dionisio asegura que ya no quiere salir a cazarlos por que a su edad (64 años) no es nada sencillo y se arriesga mucho. Por la mañana, temprano, nos levantamos y el cielo estaba cubierto de nubes grises, no llueve, pero se siente una pequeña “garuba”: una llovizna muy suave. La temperatura descendió bastante. Luego del desayuno empezamos a montar las alforjas nuevamente en las bicis. Antes de partir, aparece una camioneta que viene de La Hoyada. Están marcando animales y nos invitan, porque es una fiesta local. Además, nos dicen: “el 20 de marzo es el festival del Burro, una fiesta en La Hoyada a la cual concurre todo el valle, cuando puedan lléguense que les va a encantar”. Maravillados con la vida del valle, tenemos que tomar la dura decisión de regresar.

Durante el regreso el camino ayuda un poquito más, pero de todas maneras el avance es lento. Cuando llegamos a la ruta 40 el avance fue mucho más rápido y nos encontramos con pequeños aguaceros que nos acompañaron esporádicamente hasta llegar a San José, donde decidimos esperar el colectivo a San Miguel de Tucumán. Cartas en manos, durante la espera, pasamos el tiempo hasta abordar el colectivo.

Una aventura más! esta, sobre ruedas.
Yo hice mi ultima travesía en bici en el año 2004, y esta experiencia realmente me lleno de alegría y recordé esos viejos tiempos.
Gracias a mis compañeros de viajes que supieron tenerme paciencia en tantos tramos en los que me quedaba atrás!!



Integrantes
Sebastian Mamani Segura
Benjamin Straube
Juan Pablo Němec

Juan Pablo Němec - Grupo CAMME 
Cerro Alto de la Mina Montañismo y Exploración.