Hacia la zona de las tres lagunas: Morro del
Lilal.
Después de tanta
ausencia, una vez más nos coincidieron tiempos y nos sobraron ganas, para
encarar una salidita a la montaña, aunque de rápida organización, pero con una
gran dosis de entusiasmo la pusimos en marcha con un par de juntadas.
Nos aproximaríamos a la
zona de las Tres Lagunas, aunque teníamos los días contados queríamos intentar
el Cerro Horqueta o bien el Tres Lagunas.
Aprovechando el fin de
semana largo de semana santa, junto a un par de feriados mas con los que
contaba este 2013, nos dirigimos a Ampajango, esta vez en mi auto. El día
jueves 28 de abril del mencionado año salimos tempranito (6 am) desde San
Miguel de Tucumán, arribando a esa localidad, luego de haber almorzado en San
José, a horas 13. Media hora mas tarde ya estábamos marchando rumbo a las
cumbres.
Esta jornada nos reencontró
con un viejo amigo de esta zona, Bartolomeo Villanueva, que siempre nos recibe
con una cordialidad digna de un "Señor de la Montaña". A él, nuestro sincero
y afectuoso reconocimiento.
Ya cayendo la tarde el
cielo comienza a oscurecerse y hacerse sentir. Se aproxima la lluvia, que en
cualquier momento nos agarra. Rapidito cruzamos el afluente que viene de la
quebrada del Toro, tratando de encontrar el refugio que nos resguardaría esa
noche del agua; aunque deteriorado por el tiempo que lleva en desuso, una de
las habitaciones aun protege bastante, y es ahí en donde pasaríamos la noche, y
aunque filtraba algo de agua, nos damos maña para evitar las goteras y
descansar en aquel lugar que aun cobija.
Al día siguiente, cuando
por fin nos asomamos al mundo nuevamente, descubrimos los nevados totalmente
blancos, granizo y nieve cubrían las cumbres resplandecientes de agua.
Con unos mates cebados
arrancamos esa esplendida mañana, y tenemos todo listo para continuar la marcha
a las 9:30 hs. Hoy, mientras marchamos, vemos la hermosa forma de piramide
totalmente blanca del Cerro filo de las tres lagunas, que se aprecia desde la
quebrada de rio Ampajango hacia el sur este. Consultando luego con la gente del
lugar es llamado ahí Morro del Lilal. Una hermosa cumbre de 4700 msnm. a los
pies de los Cerro Tres Lagunas, Bolsón Grande y Horqueta.
Durante la segunda
jornada de marcha nos topamos un par de veces con el rio Ampajango, el que
debimos cruzar con cuidado, traía bastante agua y no podíamos encontrar ningún
lugar por donde saltar.
Por fin arribaríamos a
nuestro campamento 2, habiendo pasado el encuentro del rio Ampajango con otro
de sus afluentes, en este caso el que baja de la quebrada del Horqueta. Desviándonos
ahora por este brazo, llegamos a visualizar una construcción deshabitada y sin
techo en donde refugiarnos un poco del viento. Aunque debíamos sacar yuyos que
habían crecido era la mejor opción ya que no encontrábamos nada más o menos
plano para asentar la carpa.
Una noche llena de
estrellas con luna brillante y menguando, nos vio acampando aquella noche en
medio de la montaña. El aire estaba calmo y la temperatura agradable. Comimos y
contemplamos la lenta marcha de los astros un largo tiempo hasta que el
cansancio nos gano como a las 23:30 hs.
Un amanecer mas que nos
alienta a guardar todos nuestros enseres en las mochilas para caminar
lentamente cuesta arriba. Estamos ya en plenas laderas ladeadas. Hoy las
cuestas cuestan.
Abajo quebradas
encajonadas, y nosotros sorteando peñascos rocosos que dificultan el andar y
nos obligan a prestar atención en cada paso y a usar las manos en algunos
tramos.
Finalmente llegamos a
unos 3900 msnm, a orillas de una vega que tiene agua solo por que tuvo lugar
esta granizo-nevada hace un par de días. La vega se nota deteriorada y al
transcurrir el tiempo cada vez tiene menos agua.
Está protegido por un
contrafuerte rocoso elevado y encontramos también un viejo puesto sin techo,
pero que es un lugar apropiado para ubicar la carpa.
Al terminar de asentar el
campamento, como siempre, nos disponemos en la ronda del mate para descansar e
hidratarnos, ya pensando y discutiendo en atacar mañana la cumbre del Lilal, ya
que se nos hace imposible intentar el Horqueta u otro cerro, y además, su
hermosa figura nos atrae cual imán. Decididos los planes del día siguiente solo
nos resta distraernos un rato y entonces Benja nos da la grata noticia de que
esta por ser papá. Ahora tenemos otro motivo de festejo para cuando estemos
abajo!!!
Llegada la noche, en
nuestra cocina de paso, preparamos un suntuoso menú de fideos en sopa,
preparándonos para la loceada que nos espera mañana.
A las 7:00 suena el
despertador y quince minutos mas tarde comenzamos a incorporarnos de a uno por
vez. Salimos y ya Benja esta con el agua en el fuego para el desayuno. Con un
capuchino bien caliente en la panza y galletitas con miel nos alistamos a salir
a cumbre siendo ya las 9 de la mañana. El día está despejado y sin viento.
Ideal para nuestro propósito.
El camino es firme y con
pendiente cada vez mas pronunciada. De a poco se avanza entre algunas paradas
para hidratarnos y comer alguna fruta seca o algún caramelo.
Siendo las 12:45 estamos
ya en el filo, a pocos metros de la cumbre, y 5 minutos mas tarde nos reunimos
todos en ella. 4700 msnm son los que porta esta hermosa cumbre de los Nevados
del Aconquija, una cumbre poquísimamente conocida, incluso no encontramos
apacheta ni testimonio o algún objeto en ella, lo cual puede suponer que no
haya habido ascensiones anteriores.
El clima es súper
espectacular, aunque estamos abrigados, por suerte el viento no es tan fuerte y
se puede sentir el sol. Sobrecogedor espectáculo el que se tiene desde este
lugar, una cumbre que disfrutamos por más de media hora, hasta que fue momento
de bajar.
En el camino de regreso
al campamento hicimos una parada para comer algo y continuar hasta las 16:20
hs, hora en la que pudimos relajarnos y pensar en la vuelta. Con ronda de mate
de por medio, avanzo la tarde. Esa noche picamos un salamín y lo acompañamos
con charlas y carcajadas. La noche termino dados en mano, jugando unos partidos
de generala y 10000 ya dentro de la carpa.
A la mañana siguiente,
sin dejar que se nos haga tarde, arrancamos desarmando el campamento mientras
tomamos el desayuno. La vuelta era larga y yo la sentí muchísimo, había tramos
muy empinados y mis pies estaban destrozados, sin mencionar el stress de mis
piernas que me reclamaban a gritos un lugar dentro de la mochila…
Como a las 11:30 estamos
llegando a un puesto a orillas del rio que viene del Horqueta, pero más arriba
de donde habíamos acampado hace un par de noches, y ya veíamos la gente en una
ofrenda dentro de un corral, estaban festejando el cumpleaños de uno de ellos,
desde el día anterior, y habían carneado un animal. Cuando llegamos ahí,
inmediatamente nos invitaron a pasar y nos convidaron asado de carne de
Guanaco, lo habían cazado ayer, mientras buscaban sus animales.
Como a las 12:30 hs
continuamos con la bajada que concluiría a las 20:45 hs, momento de acomodarnos
en el auto para regresar a San Miguel de Tucumán. El regreso en auto no fue muy
relajado, ya que cuando llegamos al Infiernillo nos esperaba una densa niebla
que nos acompañó unos 80 km, durante todo el camino sinuoso.
Una experiencia única, lo
que siempre nos regala la montaña!
Integrantes: Alexis
Coronel ; Benjamín Straube y Juan Pablo Nemec .
Juan Pablo Nemec
Grupo CAMME
Cerro Alto de la Mina –
Montañismo y Exploración